martes, 29 de enero de 2013

Érase una vez Os Reises de Tormaleo

Dicen que la tradición es el conjunto de patrones culturales de una o varias generaciones heredados de las anteriores y que estas, por estimarlos valiosos, trasmiten a las siguientes. Los jóvenes de Tormaleo, han conseguido darle vuelta a esta definición con sus ya conocida "reisada", rescatándola del baúl en la que un día la metieron sus padres y divulgándola año tras año por las caleyas de las parroquias de Tormaleo y Taladrid.


Como todas las añadas en la invernada este cuento tradicional cobra vida, las chocas vuelven a retumbar con fuerza acompasadas con las carreras dos feos. La gaita llora notas de alegría marcadas por el tintineo del tambor y la gente, abre la puerta de buena gana mientas convida la vuelta de estos reises al lugar de nacimiento.


Así, de casa en casa van los reises de Tormaleo formando la comparsa, repartiendo alegría allí por donde pasan. Aúllan los perros, los niños se espantan cuando ven llegar al Folecón por la entrada de su casa. Pega saltos, desafía, y aprovecha los descuidos para llenarte la cara de cinsa.


A su lado viene el inquieto Basoiro barriendo el camino y revolviéndolo todo. Temido por las nenas solteras, como te descuides te mete la porquería hasta dentro del ojo.


El Rodalao va con ellos metiendo ruido por el borde del camino, porta máscara llamativa y siembre bebe vino. Es el más pacífico, aunque si lo enfadas no te dará precisamente mimos.


Cantan las Madamas con voz ronca y rasgada esperando el aguinaldo detrás de sus caretas blancas. Mira de reojo la Cardadora mientras trabaja la lana, aguardando el momento oportuno para peinarte las canas.


A media mañana llegan los mejores fotógrafos de España. Cristina García Rodero, saca su cámara, organiza el encuadre apunta y dispara.


Baila el valenciano al compás de la gaita y siempre agarrado a alguna madama. Impoluto con su traje blanco, va aparentando tener reales sin tener ninguno.


De repente sale el romano pesando los huevos al paisano. Riese mucho la mujer hasta que sin decir nada le pesa a ella las tetas también.


Van pasando las horas y el camino se hace largo, va siendo hora ya de que la Madama se ponga de parto. Llama al médico angustiada, le entran los dolores al mismo tiempo que se tumba en un banco para dar los empujones. Nace el niño y no tiene padre, hay que buscar a uno que lo críe sin darle fame.


De lejos se avista venir al señor Guardia Civil. Bien vestido y con tricornio va poniendo orden dentro del desorden. Para coches, pide sidra y pone multas a todo el que se lo pida. Ahora bien, si le das de beber, con un poco de suerte te podrás ver libre de él.


Llega la comparsa a casa de Marga y como no podía ser de otra manera allí no falta de nada. Buena mesa y mejor vino, va ofreciéndonos paella mientras comemos chorizo.


La fama cuesta pero siempre llega, fijamos como son os Reises de Tormaleo que ya hasta patrocinan la cerveza Caleya.


Pueblo a pueblo se va agotando el camino, después de 14 horas de andadura a uno le entra hasta el frió. Mucho lo comido, mucho lo bebido y abundante también la generosidad de los vecinos. Con semejante gentío ¿cómo no le van a quedar a uno ganas de volver a repetirlo?


Los Reises de Tormaleo son únicos, son especiales, en ellos va el alma de todos estos chavales. No buscan fama ni dinero, lo único que pretenden al representarlos es que la fiesta vuelva al pueblo.


Colorin, colorado este cuento se ha acabado…

4 comentarios:

Ángel Fernández dijo...

Aquí tenéis lo mejor dos Reises de Tormaleo en este 2013.

Me gustaría agradecer en ellos la presencia de una de las mejores fotógrafas de España, Cristina García Rodero así como de sus compañeros.

Mención especial si cabe para Claudio F. de la Cal, por haberme pasado y dado permiso para publicar estas fotos.

Mi agradecimiento también a Pepe Rodríguez (La Nueva España) por acompañarnos en este día y realizar sendos reportajes de estos reises.

Por último también agradecer Jaime Santos, creador del documental La Casa Viva, por desplazarse a Tormaleo para vivir esta tradición en vivo.

Ya que estamos con los agradecimientos, agradecerme a mí mismo por tocar ininterrumpidamente la gaita 14 horas...jajajja.

Un saludo xente!!!

Anónimo dijo...

Dos palabras: IM-PRESIONANTE!!!! Gracias chavales!!!!!

El chapras dijo...

Ja,ja,ja, me gustaría verlo en directo, pero este año otros compromisos no me dejaron.

Entre Ancares y Muniellos dijo...

Gracias a todos aquellos que de una manera desinteresada y altruista, hacen posible que ese rincón de Asturias, casi olvidado por los mortales, recobre de vez en cuando esa chispa de vida que Ibias tiene por naturaleza.